sábado, 15 de septiembre de 2007

Es Evidencia. (El Leo)

Imposible describirlo. Pero inevitable sentirlo. Es evidencia. Es tranquilidad de que no estoy errado. Es la paz de haber luchado siempre. Con lo que soy. Con lo que no fui. Con las armas màs honestas y cristalinas. Es evidencia. Siempre lo fue. Todos nos dejamos ver. Todos somos cristales donde entra el sol. Donde la lluvia golpea. Es evidencia. Nada queda oculto. Nada explica mejor quiènos somos. Mis dolores, mi intolerancia, los embates que recibe mi satèlite/cuore. Son evidencia de que estoy vivo. Quizàs màs que nunca. Asumir la culpa y asumir el absurdo colpaso de las emociones. Tan absurdo como peligroso. Tan absurdo como vos. Pero el tiempo es fiel testigo. Es invocaciòn. Es convicciòn. Es justicia. Me fui hasta los lìmites. Fui y soy siempre frontera. Estoy màs allà de esos lìmites. Al menos lo sè. Lo entendì. Eso es mucho mejor que no ver nada, como tantos en este mundo. Estoy en medio de los reclamos. En medio de los ataques. En medio de la atmòsfera que me sorprende. Demandas. Reclamos. Fui prisionero. Fui. Busco mi libertad. En la emansipaciòn de mis bienes adquiridos, alguien quiere graduarse de carcelero. Mis redes se extendieron hace tiempo. Fui capturado. Fui capturador. Soy el remanente de los calendarios agotados. No hay màs ni menos de lo que ves. Imposible describirlo. Pero es evidencia. El cronòmetro de mis dìas va cuesta arriba. No lo dudes. Los vientos que nos visitaràn son justicia, no carceleros.