jueves, 6 de diciembre de 2007

En el Dìa Tres (El Leo)

Dìa tres. Siempre hay uno. Dìa que rasga velos. Vivimos el Dìa Tres. Alguien ya lo viviò por vos y por mì. Puedo estar aquì o allà. Mi tiempo se detuvo allì, en el Dìa Tres. En ese dìa incorporè lo que me sirve. Los dos filos de esa Espada se hundieron en lo profundo del satèlite cuore. Fue en el Dìa Tres. Busquè garantes. Busquè riquezas aparentes. De amor, de sonrisas y pactos duraderos. Todo està allì, en el Dìa Tres. Firmè acuerdos diplomàticos. Traductores de tratados almàticos. Todo se lo lleva la brisa màs brutal y sutil. Mis latidos se despiertan y duermen en el Dìa Tres. Mis gotas de sal se mojan y secan allì. Mis represores se reùnen y asedian allì. Estoy a pesar de todo y todos allì. Aunque imagino escapar en un viaje largo y saludable. Periplo que me llevarà a la atmòsfera perdida. Aunque el sistema me coloque en el Dìa Uno. Es allì donde cobra sentido el Dìa Tres. Dìa en el que el cielo se tiñe de brumas. Donde las estructuras se rompen. Donde la verdad ilumina. Donde sopla el viento que dispersa. Dìa Tres. Donde salir de la oscuridad quiere decir Vida. Donde la Vida se disfraza de muerte para volver a nacer. Dìa Tres. Donde las palabras seràn silencio, el silencio serà audible, y lo audible la Verdad.
Me vaya donde vaya, buscame en el Dìa Tres. Sean quiènes sean mis interlocutores. Buscame en el Dìa Tres. Aùn si no me ves. Buscame en el Dìa Tres.