domingo, 6 de enero de 2008

Ragazzi, è uscito il Sole!











Hoy despuès de varios dìas saliò el sol. Y era obligaciòn aprovecharlo, disfrutarlo, sentirlo. Fueron muchos dìas de lluvias, algo de nieve, no tanta; la necesaria para darle un matiz distinto al paisaje. Y aquì van algunas fotos que saquè para mostrar còmo està o se vè mi ciudad en estos dìas (haciendo un clik sobre cada una se aprecian mejor).

Creo que es la traducciòn màs exacta de lo que vive mi satèlite/cuore. Las lluvias llegan y pasan; mojan y salpican. Algunas saben incluso hasta inundar. Pero siempre sale el Sol. En realidad basta verlo. Y cuando eso sucede, quiero aprovecharlo, disfrutarlo y aùn exponer mi piel. Cuando el Sol sale, todo y todos parecemos revivir. Como si los grises fueran el sinònimo del plomizo letargo. Como si las tormentas cargaran las nubes màs pesadas sobre nuestras espaldas y aspiraciones o deseos.

Aquì dentro, ya lloviò lo que debìa, lo que era necesario. Hoy vì el Sol otra vez. Vì tantas y tantas nubes correrse. Este es dìa de Sol. Y me permito salir a ver què sucede allì afuera. Dejo atràs lo que me rodeò hasta hoy. La geografìa que me deslumbrò pero que ya es inerte para mì. El Sol està aquì. Serà para muchos, y està bien. El Sol està allà. Serà para mì, y desde ya que està bien!