lunes, 11 de febrero de 2008

Segundo Dia de la Semana (El Leo)

Y sì.... como tantas cosas en la vida!! Como las muecas del dolor, de la insatisfacciòn o desolaciòn. Que se pueda explicar o no . . . no lo sè, pero es indiscutible que en Anedonia se ven seres asì de atribulados. Es la realidad de cada uno, màs o menos difìcil, màs o menos retorcida. Pero no por eso sin salida. Cuàl? No la hay? Obvio que sì, siempre hay al menos una. Lo ves? No! Obvio que no. En Anedonia las cosas no son tan distintas como en las otras ciudades del mundo. Allì, hay quiènes teniendo todo no tienen nada. Estàn los que se ahogan en su llanto, los que no se animan a escalar las montañas màs suaves. Los que no creen en nada, solo por el propio astìo cotidiano. Los que parecen abatidos por el simple hecho de abiri los ojos y ver que la vida para otros es buena. Por esta causa, es que hay diarios que ya no quiero leer. Porque es pagar monedas en noticias que ya las leì tiempo atràs. A veces esas noticias estàn mal escritas. Tanto que confunden, o no se entienden. Y lo màs patètico es que todo es contradictorio. Como predicar algo y dos segundos despuès desdibujarlo con los hechos. Como incoherencia total, como una pequeña dosis de estimulantes que desgarran y traicionan las ideas. Es claro que hay cosas que no las entiendo allì, pero es inevitable mirar las vidas en Anedonia. Tantas que van a contramano de tus decisiones, de tus ideas o proclamas. Y cuàntas vidas que nos eneseñan a vivir, a seguir, a derrotar la cruel sensaciòn de la nada. Algunos luchan sin armas sofisticadas, sin tanta verborragia, sin tantos lujos o miserias. Pero luchan, vencen, y no visten las pàginas de los diarios de Anedonia. Creo que mirar màs allà me hizo bien. Creo que cruzar los lìmites me regalò otras vidas hermosas que me esperan, que me sanan y despiertan mi espectativa. Y eso es algo de vida, de esperanza, de poner mi ser en marcha. Decidir. Ir. Accionar. Mis convicciones me movilizan. Mi valor me empuja a presentarme ante los gigantes. Terminè de caer al màs allà de mì mismo, ahì, donde nunca estuve antes. Y fue demasiado, fue letal. Pero saludable, si esta es mi reacciòn. Es que necesitàs la visiòn de transformar lo malo en cosas que te den màs autoridad para vivir, de seguir, de enriquecer y no volver a caer. Yo lo vivì asì, muchos lo vivimos asì. Y allì voy, en una alucinante sensaciòn interior de saber quièn soy y despojar lo que no viene bien en mì. No negociar por menos! Ese es mi lema 2008. Todo lo que no sea negocio, todo lo que no me conforme, todo lo que no pague el precio adecuado por mi vida, todo eso no me esclavizarà, a nada ni a nadie. Por màs que me duela o me cueste acostumbrarme a la idea, quiero volar como las àguilas, aùn eso signifique no tener visiòn para ciertas àreas de Anedonia!