martes, 25 de diciembre de 2007

Mi Navidad (El Leo)

Fue lo que soy, lo que vivo, lo que respiro. Lo que podrè tocar y gozar. Fue lo que viene siendo. La sencillez de las càlidas brisas del invierno. Mi cuerpo siempre se trasporta de un lado al otro. Con mis amigos intercambiamos buenos regalos. Con mis pasiones los sueños por venir. Con los mìos, el hasta pronto. Con mi PC intercambiamos la mùsica del ùltimo disco de Gènesis (en vivo, obvio, como me gustan a mì). La habitaciòn de huèspedes se ocupa otra vez. Es ya complicidad. Nos fuimos al Lago Mayor. Como si nada importase. Como si nada nos separase. Como unir lo que no se espera. Y es que eso es lo que te saca, lo que enciende. Y lo transito como no pudiendo creer. Fue lo que soy. Y me dejo ver. Me dejo caer. Es ya complicidad. Es el comienzo y el final. Todos lo entendimos. Lo sabemos y lo confesamos. Es la bienvenida de la despedida. Pero es el sueño de mis ùltimos dìas. Es la tierra màs disfrutable y sin explorar. Y de vos? Què decirte? Siempre estàs. Sè que me miràs. Sè que me acompañàs a donde vaya. Respetando mis silencios, cuidàndome en cada viaje, siempre fiel, siempre armonizando mis melodìas ineteriores. Y yo lo sè, nunca lo olvido, jamàs lo desecho. Y te digo "Gracias". Y aquì tambièn es lo que soy. Hay quienes te regalan tantas cosas. Hay quienes te buscan de tantas maneras. Hay quienes te levantan altares. Hay tantos que te construyen arbolitos navideños. A mì no me sirven para celebrarte. Me alcanza con estas palabras. Me basta y tranquiliza desarrollar lo que pusiste en mi cuore. Me mostraste tu amor. Yo elijo mostrarte en lo que soy. Prefiero exhibirte no en un decorado navideño dentro de mi casa. Yo te llevo en la sensillez de los hechos. Gracias por nacer. Gracias por venir. Pero màs gracias por morir. Estos son los extremos de la Plenitud de la que decido apropiarme. Este es el regalo eterno que està en el centro de mi satèlite cuore.