miércoles, 3 de marzo de 2010

La Piedra que serà abrazo

A veces la noche sirve para soñar. Para desesperar. Para amar o dejarse ir. A veces en ella trabajo y despunto los lazos que nos unen. A veces sin explicaciones comprensibles. En esta noche prefiero soñar. Serà porque hay sueños compartidos. Esperanzas que no mueren. La Piedra de los sueños. La Piedra que serà abrazo. El abrazo que suele vestir los anhelos alojados en el corazòn.
Y es que hay momentos en donde las nostalgias te agobian. En donde sentìs la necesidad de estar otra vez allì . . . en Pellegrini y Paraguay para saborear ese sabor de descubrir, de hablar, de mirar que hay màs allà.
En este pequeño universo unido y desgranado . . . se sueltan las piedras. Las que vienen a nosotros y se amontonan a nuestro alrededor.
Con ellas podrìamos hacer de todo. Pero nunca dejar que nos sepulten. Porque sabremos usarlas para contar la màgica historia.
Las piedras. Las que elegì para dejarte un souvenir del lugar donde vivo hoy. La piedra es parte de la roca. Y solo allì, lo que se construye tendrà cimiento sòlido.
Abrazos faltantes? No. En un modo u otro estàn. Estaràn.
El vìnculo nunca se romperà. Como los sueños, como la convicciòn que lo mejor està allì adelante.
Las piedras de este pacto serviràn a que ese abrazo nos encuentre una vez màs allì . . . buscando otra oportunidad de ser nosotros mismos.